Hermanos, es muy importante que conozcamos qué significado o qué características tiene un sumo sacerdote según el judaísmo. En el Antiguo Testamento, la Biblia narra que los judíos, liderados por Moisés, salieron de Egipto hacia el desierto de Sinaí en busca de la tierra prometida. Dios le dio instrucciones a Moisés para que construyera un templo, al cual llamaría tabernáculo.
Este tabernáculo era móvil y los acompañó durante toda su travesía por el desierto. Posteriormente, una vez que se asentaron en Jerusalén, construyeron allí su templo, el cual fue terminado por Salomón mismo. Sin embargo, este templo fue posteriormente destruido y hasta la fecha solo quedan ruinas de él.
Este templo tenía dos cámaras principales; una se llamaba el «lugar santo» y, pasando este lugar, detrás de un velo que estaba al fondo, estaba el «lugar santísimo». Solo el sumo sacerdote, que era el máximo líder espiritual del pueblo de Israel en ese momento, podía entrar en el “lugar santísimo”. Era él quien realizaba los sacrificios y rociaba el altar con sangre de animales para que los pecados, tanto suyos como los del pueblo, fueran perdonados. Este sacerdote intercedía por el pueblo ante Dios.
Con esto en mente, ahora podemos tener una idea más concreta de lo que nuestro Señor Jesucristo está diciendo en este versículo, pues el Señor nos dice que ahora Él es el Sumo Sacerdote que ha entrado al templo y se ha dado a sí mismo como sacrificio vivo, una vez y para siempre, para el perdón de los pecados de todo aquel que se arrepiente y cree en que él es el Hijo de Dios.
Cristo, una vez resucitado en un cuerpo glorioso, ha entrado en la presencia del Dios Altísimo y ahora intercede por nosotros frente al Padre Celestial.

Cristo, amados hermanos, es el Sacrificio Perfecto, pues él es limpio, puro y sin pecado. Aunque por su condición de hombre fue tentado en todo, NUNCA pecó.
Hermanos, acerquémonos al corazón de Jesús. Él conoce nuestras penas, angustias y tribulaciones, pues siendo Dios, no consideró ser igual a Dios como algo a lo que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Hermanos, ahora Cristo es nuestro sumo sacerdote, quien intercede por nosotros. A él sea toda la gloria y toda la honra por los siglos de los siglos.
Amén.

Devocional 13 de Julio 2020

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Devocional 10 de Julio 2020

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