Devocional 23 de Noviembre 2021

Hermanos, el profeta Jeremías inspirado por el Espíritu de Dios nos revela la naturaleza humana caída de nuestro corazón!
Cuando hablamos del corazón, en la Biblia nos referimos en términos espirituales a el Alma!
El Alma es el lugar profundo donde se encuentran los pensamientos, las emociones, los sentimientos y la voluntad; la palabra de Dios nos dice que estas cualidades del Alma del ser humano son engañosas y perversas!
La condición humana se complace mayormente o en menor medida en la mentira, el corazón del hombre es engañoso por que es egoísta y solo busca su propio beneficio!
Es un corazón que miente en lo que dice, hace, cree y piensa por tanto hace que no haya una lucha interna en él, y solo haya satisfacción y jactancia en sí mismo!
Para cualquier persona es imposible saber la intención del corazón de otra persona, puede ser o no engañada sin embargo a Dios NO es posible engañarle!
Dios Hermanos, no puede ser engañado, el profeta Jeremías dice que Dios escudriña el Alma, es decir las intenciones de el hombre.
Al afirmar que el Señor escudriña, se refiere a que examina “profundamente” con mucha atención nuestros pensamientos; Él sabe perfectamente lo que pensamos y sentimos incluso antes que nosotros mismos!
Amados Hermanos, Dios nos pone a prueba para que por medio de nuestras conductas se manifieste la verdadera intención de nuestra voluntad, así el Señor nos dará en Justicia a cada uno conforme su Santa Voluntad !
Nuestro Señor Jesucristo dijo en el sermón del monte: “Bienaventurados los de limpio corazón por que ellos verán a Dios “.
Hermanos, el Señor ya nos concedió desde el momento de nuestra conversión un corazón limpio, puro e íntegro!
Jesús nos enseña que esta virtud es parte de la expresión de la naturaleza humana de Jesucristo!
Por medio de nuestra diaria santificación (obediencia a los mandatos y voluntad de Dios), la cual solo es posible por medio de el Espíritu Santo, el Señor nos irá limpiando y purificando por medio de el lavamiento de su “Palabra” para prepararnos para presentarnos ante la presencia del Dios Altísimo, dotados de un corazón puro, limpio, y sin mancha cuando llegue el momento!
Amén.
Pastor Jorge A. Toral Aguirre.