Devocional 27 de Enero 2022

Amados hermanos, María Magdalena sacó un frasco de aceite de agradable fragancia el cual era de alto valor económico, y comenzó a frotar con él los pies y cabellos de nuestro Señor Jesucristo, cuando Judas Iscariote, quien habría de traicionar a nuestro Señor; le reclamo por que desperdiciaba en Jesús un aceite tan caro por el cual se podrían obtener 300 monedas de plata o más para ayudar a los pobres!
En realidad los pobres NO le importaban a Judas, lo que le interesaba es que como él era el encargado de las finanzas de Jesús aprovechaba para robarle!
Desde luego que nuestro Señor Jesucristo sabía de lo qué Judas hacía, y le contestó que gente pobre siempre habría en el mundo, y la razón es para que los hombres sean bendecidos al cubrir las necesidades de ellos, dando por consecuencia la bendición que da del ciclo de la generosidad, como dice la Biblia en Deuteronomio 15:10-11.
Cristo enfoca a Judas en el presente en forma muy contundente hermanos, y lo hace ahora con nosotros; Cristo nos anima a que le busquemos todos los días de nuestra vida mientras haya oportunidad, y no solo eso, sino que quiere que le demos lo más preciado de nosotros: nuestro corazón!
Amados hermanos, Cristo desea que le busquemos de corazón sincero, él quiere bendecirnos, él quiere tener una relación íntima con nosotros!
Hermanos, nuestra naturaleza caída hace que NO valoremos las cosas que Dios nos ha dado, nuestra insaciabilidad en la carne nos hace desenfocarnos del Reino de Dios al buscar primero las cosas materiales de este mundo, la Biblia dice: ”buscad el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas os serán dadas “ !
Busquemos las cosas espirituales y NO las materiales, las espirituales trascienden de esta vida a la eternidad, las del mundo NO, por que la polilla y el orín las corrompen y las destruyen y los ladrones hurtan!
Si a usted ya le fue concedido creer en el hijo de Dios como su Dios, Rey y Salvador, le animo a que continúe edificándose en la Palabra del Señor!
Si usted amado hermano, aún no ha recibido a Jesús en su corazón como su Señor, le animo a que ore y clame de rodillas y se arrepienta de corazón de sus pecados, para que el Señor Dios Todo poderoso le conceda arrepentimiento genuino para creer en Cristo como su Dios, Rey y Salvador!
Amén.
Pastor Jorge A. Toral.